Actualizando este tema y retomamos la tarea de continuar teniendo información confiable para aquellos que les gusta leer al respecto de los trastornos psiquiátricos, su tratamiento y las consecuencias de no tratarse.
En esta ocasión anexo un articulo en relación al uso de los antidepresivos durante el embarazo, así mismo les aclaro que aún faltan estudios al respecto, siempre es necesario considerar riesgo beneficio como en el artículo se lee.
Al final la fuente.
Los antidepresivos durante el embarazo son seguros para el bebé, según un estudio del 2017
Encuentra que no es más probable que los recién nacidos sean irritables, que tengan dificultades para comer o que sufran de insomnio
Please note: This article was published more than one year ago. The facts and conclusions presented may have since changed and may no longer be accurate. Questions about personal health should always be referred to a physician or other health care professional.
MIÉRCOLES, 7 de junio de 2017 (HealthDay News) — Las madres embarazadas que toman antidepresivos no tienen que pensar que hará que sus hijos recién nacidos estén de mal humor ni que tengan un riesgo más alto de otros problemas, informan unos investigadores.
Los investigadores de la Universidad de Northwestern dividieron a 214 mujeres que acababan de ser madres en tres grupos: las que tenían un trastorno del estado de ánimo pero no usaban un antidepresivo, las que tomaban un antidepresivo inhibidor de la recaptación de la serotonina (IRS), y las que no tenían un trastorno del estado de ánimo ni tomaban un antidepresivo.
Entre dos y cuatro semanas después de nacer, los bebés de los tres grupos tenían tasas similares de irritabilidad, dificultades para comer, perturbaciones en el sueño y problemas respiratorios, encontró el estudio. Los problemas afectaban a 3 de cada 10 bebés en cada grupo.
En lugar de ello, el nacimiento prematuro fue el factor de riesgo más importante de lo que se conoce como síndrome de discontinuación neonatal (SDN). Los bebés con el SDN se muestran agitados, inquietos, lloran en exceso y podrían estar rígidos o tener temblores.
Muchas mujeres temen que tomar antidepresivos durante el embarazo dañe al feto.
«La mayoría de mujeres embarazadas de forma natural se preocupan más de la salud de su bebé que de la suya propia, y podrían dejar de tomar una antidepresivo para evitar esas señales neonatales», apuntó la primera autora del estudio, Amy Yang, en un comunicado de prensa de la universidad.
«Pero con la información de este estudio, pueden tranquilizarse de que la conducta del bebé entre las dos y las cuatro semanas después de nacer probablemente no se deba a la exposición a los medicamentos ni a la depresión», añadió. Yang es bioestadística en el Centro de Estudio y Tratamiento de los Trastornos Depresivos de la Northwestern.
El estudio aparece en una edición reciente de la revista Journal of Clinical Psychiatry.
Gerald Briggs contesta:
Todavía no hay un acuerdo al respecto. Algunos estudios de pequeño alcance sugieren que los medicamentos antidepresivos más comunes, los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS), son relativamente seguros durante el embarazo. Los ISRS incluyen la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Seroxat y otros nombres), el citalopram (Prisdal y otros nombres), y la sertralina (Aremis y otros nombres) entre otros. Estos estudios no han encontrado diferencias significativas en las tasas de abortos prematuros y bebés que nacen sin vida, entre las mujeres que toman ISRS y las que no.
Existe una clase anterior de medicamentos, la de los tricíclicos, que incluye la amitriptilina (Tryptizol) y la imipramina (Tofranil), y tiene un perfil de seguridad similar. Lo mismo ocurre con otros productos más recientes, como el bupropion (Elontryl), la nefazodona (Dutonin, ahora retirado del mercado en España) y la venlafaxina (Vandral o Dobupal) Sin embargo, un nuevo análisis de datos recogidos en investigaciones anteriores mostró que los bebés de madres que tomaron ISRS durante el embarazo tienen más probabilidades de nacer prematuramente, pesar poco al nacer e ingresar en la unidad neonatal de cuidados intensivos, además de tener problemas de adaptación a la vida fuera del útero. Estas incidencias se daban con más frecuencia en bebés de mamás que tomaban además otros medicamentos para trastornos mentales, que fumaban, o que bebían alcohol.
Estudios más recientes ponen de relieve que casi un tercio de los recién nacidos de madres que siguieron un tratamiento con ISRS en la parte final del embarazo sufrieron síndrome de abstinencia. Los síntomas más comunes fueron temblores, convulsiones, irritabilidad, y más lloros de lo normal. Estos síntomas fueron relativamente benignos y duraron poco, entre uno y cuatro días después del nacimiento.
Algunos ginecólogos recomiendan a sus pacientes embarazadas que reduzcan las dosis o dejen de tomar antidepresivos por completo entre diez y 14 días antes de la fecha prevista para el parto, con el objeto de prevenir los síntomas de abstinencia en el recién nacido. Dos importantes estudios realizados en 2005 encontraron que los bebés de madres que tomaron Seroxat y Prozac en el primer trimestre de embarazo tuvieron mayor riesgo de presentar malformaciones congénitas (defectos de nacimiento). Hay que tener en cuenta que se necesitan más estudios para confirmar estas conclusiones (además, el riesgo absoluto de que los bebés nacieran con defectos siguió siendo pequeño). De todos modos, los expertos recomiendan que las mujeres que toman Paxil o Prozac cambien su tratamiento y usen otros medicamentos durante el embarazo.
Aún más recientemente, otro pequeño, aunque bien diseñado estudio, descubrió que los bebés cuyas mamás tomaron ISRS en la segunda mitad de su embarazo tuvieron seis veces más probabilidades de nacer con un problema respiratorio que, aunque raro, es muy grave. La afección se llama hipertensión pulmonar persistente pero siguió siendo muy poco común entre estos bebés (sólo el uno por ciento llegó a desarrollarla). Hacen falta más estudios para confirmar estos resultados.
Si sufres una depresión clínica, es importante que obtengas el tratamiento que necesitas, sea psicoterapia, medicación antidepresiva o ambas cosas. Según algunas investigaciones preliminares, la falta de tratamiento contra la depresión y la ansiedad durante el embarazo os hace daño a ti y a tu bebé, además de aumentar el riesgo de partos prematuros y de nacimiento de niños con poco peso. La depresión que no se trata puede continuar tras el parto. Muchos estudios han demostrado que si una madre está deprimida después del parto, aumentan las probabilidades de que el bebé sufra problemas cognitivos y de desarrollo social y psicológico. Habla con tu ginecólogo si estás embarazada y notas síntomas de depresión. Pídele que te refiera a un psicólogo o a un psiquiatra. Ellos te ayudarán a determinar el mejor tipo de tratamiento, incluyendo la decisión de si debes tomar antidepresivos.
Si ya los estás tomando y decides dejar de hacerlo durante el embarazo, asegúrate de consultar primero con tu médico. Dejar el tratamiento de repente puede provocar síntomas de síndrome de abstinencia, por lo que debes hacer todo lo posible para recibir el apoyo que necesites una vez que dejes de tomar la medicación.
NOTA: Los antidepresivos conocidos como inhibidores de monoamino oxidasa, como la fenelzina (Nardil) y la tranilcipromina (Parnate), pueden causar malformaciones congénitas. Se desaconseja su uso durante el embarazo porque no se consideran productos seguros.
Pagina fuente.- http://www.babycenter.es/pregnancy/embarazo_seguro/medicinas-cuidado-medico/antidepresivos/